Los 12 reinos (2002): Reseña y crítica de la serie de anime

Juni Kokuki, 12 Kokki o The Twelve Kingdoms, es un ánime basado en las novelas homónimas de la escritora japonesa Fuyumi Ono, uno de esos ánimes nacidos al final de la era de las series de sindicación de 100 episodios hechas para grandes televisoras.

La visión de Escaflowne, Revolutionary girl Utena, Rurouni Kenshi, Record of Lodoss World, Ninja Scroll eran las series punteras del interminable segundo Boom del anime que seguiría con Dragon Ball, Ranma 1/2 y Sailor Moon.

Los doce reinos quieren aportar su propia leyenda con una historia profunda e interesante que hace que incluso la persona más quisquillosas entre las que me incluyo, se enganchen a ella, lástima que ha sido una adaptación de Pierrot el rey de las producciones baratas.

Trama
Nos encontramos en algún punto de la era moderna con Youko Nakajima, una estudiante pelirroja de instituto que ha pasado su vida complaciendo a los demás, lo que le lleva a malas relaciones con todos los que la rodean por una razón desconocida.

Por su comportamiento complaciente Youko es odiada por sus compañeros.

Su vida cambia cuando un misterioso sujeto se encuentra con ella en la azotea de la escuela quien le promete fidelidad, la chica está completamente confundida, Youko es en realidad la futura reina del reino de Kei y le da una espada.

La trama se centra en personas que son manipuladas por su propia complacencia con la vida.

Youko es arrastrada a un mundo extraño luego de que el mismo sujeto llamado Keiki es atacado por una ave enorme recibiendo una espada decide irse con el extraño en parte debido a la relación con sus padres.

Es la primera vez que veo un personaje femenino con esta clase de problemas.

Al caer a este nuevo mundo su cara cambia y pronto esta espada desata visiones de desconfianza y locura cuando su vieja vida le persigue a la nueve, separándose de Keiki y en busca de una manera para regresar a casa, incapaz de confiar en nadie.

Youko debe encontrar el camino a ser el líder de un mundo que no conoce.

Las cosas cambiarán para ella cuando conoce a un hombre-bestia, Rakushun, una rata que le dará una razón para convertirse en reina y una perspectiva diferente sobre todo lo que ha sido su vida hasta ese momento.

La filosofía es interesante es solo que es a veces demasiada para un relato verosímil.

Calificación: 8.4/10

Crítica
No es la primer historia de este tipo en que una persona de la Tierra es llevada a un mundo fantástico, la diferencia radica en ser una de esas pocas historias que tienen algo verdaderamente interesante que decir de la condición humana, una reflexión sobre la vida y las decisiones que todos tomamos en el camino a lo que nos convertimos.

Rakushun la rata playboy que conquista sentimentalmente sin saberlo a dos de las protagonistas.

La relación de Youko, Suzu y Shoukei ejemplifican esa idea del desvalido, el diente de león arrastrado por el viento del destino; el que nace en privilegio, el que nace en desgracia y aquel que no hace nada por cambiar una vida rutinaria ubicada en el conformismo hasta que un evento cambia su condición.

Youko, Shoukei y Suzu.

El rico que abusa de su poder se vuelve pobre y culpa a otros de su desgracia, el pobre adquiere poder, pero no puede dejar atrás su papel de víctima como justificación a su falta de inacción y aquella persona complaciente con la vida que no quiere destacar por miedo, es obligada a destacar al ocupar una posición donde no se puede ocultar más.

Youko descubre que querer complacer a todos es una receta para grandes desastres.

Fuyumi Ono sabe crear una historia con influencias shojo pero más estructuradas y dedicadas a la reflección dejando el romance salvo como un mero recurso en personajes secundarios, como el romance de la anterior reina con Keiki, aunque esto se logra quitando realismo a los personajes que se vuelven simbolismos.

La historia de Taiki queda inconclusa.

Youko por ejemplo es una estudiante que hace todo para evitar destacar, pese a que su propio cuerpo está creado para lo contrario, con una cabellera pelirroja que causa su aislamiento a pesar de que su mayor deseo es pasar desapercibida, ni sus propios padres siente que sea normal.

Fue muy cómodo para la autora decir que las personas nacían de los árboles y así obviarse cualquier elemento sexual o describir esa parte de la vida de los personajes o su entorno.

Para rematar, la serie animada es adaptada por Pierrot. La calidad de animación cambia de un episodio a otro, de una escena a otra y pareciera que quieren sacarle todo el provecho posible porque a pesar de ser genialmente interesante es innecesariamente larga, ¿para qué se inventó la elípsis narrativa sino para esta clase de eventos donde algo muy interesante pero sin significado para la trama pueda ser suprimido?

Vi la serie de corrido y adelanté muchas veces y entendí perfectamente la historia saltándome esas partes que finalmente fueron predecibles en extremo. El hacer este estiramiento es lo que luego causa que la productora empiece a crear cada seis episodios los famosos episodios de clips (show clip)  donde se resumen lo que ha pasado en los anteriores episodios.

La cuestión fue a peor hasta que se hacían episodios de clips cada dos o tres episodios o que la mitad de un episodio tuviera clips de resumen.

De haber recortado o hubiesen evitado la adaptación de las historias independientes, seguramente con 30 episodios habrían tenido tiempo suficiente para explicar lo contado en 45 episodios, quedando inconclusa la historia de Yuka Sujimoto y Taiki.

Pese a todos sus defectos y posterior fracaso, es una de esas series de anime que vale la pena ver, que te deja muchas reflexiones sobre nuestras propias vidas. No puedo decir que sea la fuente de inspiración de todas las series animadas con una pelirroja de protagonista, aún que ha parecidos incluso con series americanos como La leyenda de Korra, pese a que sean solamente casuales.

Recomendable.